(De mi libro "Curso del 17")
Me diste un bolígrafo sin tinta.
"Para que lo tires", dijiste.
Yo te pedí que me esperaras porque había perdido el abrigo, la cartera y las llaves
pero no me esperaste.
Y me fui a la isla
donde los lémures de cola anillada
toman baños de sol cada mañana,
donde los camaleones pelean con otros camaleones
para conservar su rama,
donde no muere nunca y no tiene flor
una extraña planta.
Abrazada por el Índico,
fue separada de Gondwana,
lejos del hombre,
cuando el pájaro-elefante volaba sobre el manglar...
Pero no me esperaste.